miércoles, 28 de marzo de 2007

Un proceso consumado

Irlanda del Norte. Este lugar hace muchos años que es nuestro ejemplo a seguir. El País Vasco siempre ha visto en esta región su 'hermano mayo', aquel que le enseña qué se debe o no hacer. En la actualidad, en España se vive un continuo debate sobre si el Gobierno debe o no negociar con Batasuna, sobre si se coge el camino del diálogo o el de la mano dura. Muchos son los aspectos a tener en cuenta, y no menores son las opiniones al respecto. En Irlanda del Norte se planteó esta cuestión hace unos diez años. Allí se optó por las palabras, a pesar de todos los conflictos que suponían.

El número de terroristas que abandonó las cárceles a causa del proceso de paz fue muy elevado. El 28 de julio de 2000 lo hicieron los últimos miembros del IRA. El Reino Unido perdonó a los asesinos en pro de la paz. Apostaron fuerte, pero obtuvieron lo que buscaban: el desarme de la banda. El primero se llevó a cabo el 22 de octubre de 2001, a lo que Londres respondió con el desmantelamiento de varias instalaciones militares en el Ulster. El 8 de abril de 2oo2, se produjo el segundo acto de desarme. Finalmente, el 28 de julio de 2005, el IRA anunció su renuncia a la lucha armada y abrazó la vía política. A pesar de todo, no se disolvió.

Lo que acabo de narra de forma excesivamente breve llenó las páginas de los diarios de todo el mundo durante su proceso. Irlanda del Norte sigue sin encontrar la paz, pero no cabe ninguna duda de que está muy próxima de lograrlo. Hace dos días, la comunidad internacional presenció lo que parecía nunca iba a acontecer: Gerry Adams, líder del Sinn Fein, brazo político del IRA, e Ian Paisley, líder del DUP, grupo caracterizado por su unionismo radical, firmaron un acuerdo histórico: ambos formaran Gobierno el próximo 8 de mayo. Este es el paso más decisivo del proceso de paz norirlandés desde que Tony Blair y Bertie Ahern los Acuerdos de Viernes Santos de 1998, en el que se establecieron un Gobierno y Parlamento autónomo para el Ulster.

Paisley y Adams han estado años mostrando desprecio el uno por el otro, sin embargo, ahora se sientan juntos en la misma mesa, aunque sin llegar a darse la mano, literalmente hablando. Esta situación es la mejor muestra de que todo es posible.

Irlanda del Norte sigue enseñándonos qué se debe hacer para conseguir la paz, pero no sólo a nosotros, también es observada muy de cerca por Israel y Palestina, ansiosos de conseguir algún día la solución de a conflicto. La moraleja de la historia es inequívoca: sólo se consigue la paz con el diálogo, diálogo que puede conllevar concesiones, concesiones que pueden ser humillantes, humillaciones que pueden salvar vidas. La decisión no es fácil, pero debemos ser valientes.

1 comentario:

Almudena dijo...

Tal y como están las cosas es bastante complicado que el País Vasco tome ejemplo de lo que ha ocurrido en Irlanda del Norte.

Qué tal todo??

Besoooos!!